Pilladas robando en la tienda, Goldie Glock enfrenta un castigo inesperado. Forzada por un viejo ladrón, es llevada a un garaje para tener sexo duro, soportando varias posiciones antes de un encuentro policial.
A una joven empleada de tienda llamada Goldie Glock la acusaron de robarle un par de zapatos a un cliente.La policía fue llamada para investigar el asunto.Al llegar, decidieron realizar una búsqueda exhaustiva de la tienda y sus instalaciones, incluido el lugar de trabajo de los empleados.Goldie fue detenida y llevada a la comisaría de policía para ser interrogada.Durante el interrogatorio, fue sometida a un tratamiento rudo, incluyendo que le arrancaron la ropa y la obligaron a realizar sexo oral a un oficial de policía.Después de una larga investigación, se determinó que Goldie había robado los zapatos, pero que era un error honesto.El oficial de policía que la había obligado a realizar sexo bucal fue reprendido por su mala conducta, y Goldie fue liberada.En el garaje, fue tomada por detrás y follada duro por un anciano que se parecía al oficial de policía quien la había castigado antes.